PRUEBA | Cupra Ateca Limited Edition

Hace 3 años nació en Martorell (Barcelona) una marca de automóviles llamada Cupra, procedente de la gran compañía Seat. La mayoría de la población ibérica, y fanática de la industria, empezó a "tirar petardos" para celebrar este "gran" paso, pero también hubo un grupo (en el que me incluyo) al que no convenció para nada esta idea. El hype que se creó y la inédita posibilidad de decir que España iba a fabricar deportivos estableció una imagen que, desde mi punto de vista, estuvo muy sobrevalorada y se estaba llevando más allá de la realidad. No voy a negar que el departamento de marketing es responsable de esta reputación, gracias a un trabajo impecable en cuánto a promoción tanto del producto como de la propia identidad. Por el contrario, me opongo a todos aquellos que piensan que tiene mucho mérito ser uno de los patrocinadores del F.C.Barcelona, puesto que cabe recordar que la fuente de financiación es el Grupo Volkswagen (Volkswagen Aktiengesellschaft). Yo he visto crecer Cupra pero aún no sé cuál es su intención ni objetivo, asimismo sigo considerando a sus modelos como "Seat's con un toque racing". Escribiendo este artículo soy consciente que me enfrento a críticas constructivas y no tan constructivas, ya que es evidente la presencia de un ininteligible fanatismo, que a veces me hace cuestionar sobre la existencia de abogados de la entidad nacional. 

Hoy os muestro el Cupra Ateca Limited Edition, con sus puntos positivos y negativos, que fue presentado en el Salón de Ginebra de 2019. Cabe decir que he leído varias reviews en revistas y blogs, y me repugna ver cómo se puede ser tan "vendido" y hablar maravillas de un coche que deja mucho que desear. Se propuso como una variante exclusiva, pero solo se diferencia por contar con mayor equipamiento y recibir pequeños cambios en diseño. Se convierte, así, en otra insignia que "se sube al carro" del segmento SUV, pero no hay duda que lo hace con el agua al cuello. Hasta aquí os puede parecer todo correcto, pero "agarraos que viene curvas". Se le hace llamar edición limitada porque se han fabricado 1.999 unidades, de las cuáles sólo 350 han sido destinadas a España y, de estas, 50 han tenido el privilegio de montar los escapes Akrapovič. Os aseguro con total sinceridad, como todo lo que os exprese en este análisis, que nada de este coche justifica el apunte de su precio hasta los 59.000€. Ni es tan único ni especial, y al final no deja de ser un Seat con modificaciones que le designan como un deportivo. Entiendo perfectamente que se quieran desmarcarse, pues un Ateca cuesta 39.000€ y un Cupra Ateca "normal" asciende hasta los 45.000€, pero la jugada de etiquetarle tal que así, para ganar reputación y dinero, no creo que sea coherente. Tampoco os esperéis que se vaya a revalorizarse o convertirse en un objeto de especulación, pero lo que es seguro es haber conseguido crecer el ego a casi 2.000 personas, que se piensan que conducen una pieza singular. Hay otro tema del que quiero hablar pero no sé qué opinar al respecto, y es el nuevo método que se aplicó en 2020 para ofrecer el modelo al público. Se pudo comprar, por primera vez, a través de una nueva plataforma online llamada SEAT:CODE, que reflejó claramente la capacidad del e-Commerce hasta en la industria del motor. Podría comentar ventajas y desventajas, pero no dudo en absoluto la comodidad que debe suponer, y más cuando el pago previo solo fue de 1.000€. En efecto, los primeros 20 clientes que usaron dicho procedimiento tuvieron el gozo de visitar las nuevas instalaciones de Cupra en Martorell. 



En cuánto a diseño me voy a reafirmar y es que, aunque intenten diferenciarse con cambios en el exterior, yo lo sigo viendo como un Seat Ateca convencional o hasta como un  Škoda Karoq. Se ha introducido sin sorpresas, sin alteraciones significativas, con menos modificaciones de las que se hacen normalmente en una variante Sport y, en definitiva, no atrae tanto como correspondería. Los elementos que le han ser distinto y  "tan limitado" son pocos, y os los voy a nombrar uno por uno. Empiezo por la carrocería teñida en un gris Graphene, que resulta ser un color excepcional, no obstante no se ofrece ninguna pintura más y es una decisión bastante "absolutista" a mi parecer. Creo que los detalles en color cobre Cooper, como las insignias o la firma en el portón trasero, combina muy bien y da un toque muy original. También se puede observar que se ha empleado fibra de carbono en los espejos retrovisores o en el alerón, aunque su funcionalidad es nula ya que ni reduce peso ni ayuda a la aerodinámica. Otro componente que destaca son las llantas bicolor de 20 pulgadas, en las que se asoma los frenos Brembo de 4 pistones, a lo que interpreto yo como una ostentación por haber cargado al fin unas buenas pinzas. También dispone de techo panorámico eléctrico, que reconozco que es suficientemente grande para gozar de buena visualización y luz, y de un difusor que aparenta haber "pasado por el gimnasio". No cabe duda que la guinda del pastel son los 4 escapes Akrapovič, una posibilidad con un sobrecoste de 3.400€ solo para 50 clientes, que están fabricados en titanio y consiguen reducirle 8kg al Ateca, hasta lograr los 1.608kg totales. 




El habitáculo también me crea un dilema debido al indiscutible contraste entre sencillez y deportividad. Por un lado, es exactamente el mismo interior que monta el Seat y los acabados no son nada del otro mundo. Sin embargo, se han utilizado materiales y tonos algo más racing en solo algunas zonas. Un ejemplo es la colocación de fibra de carbono en el salpicadero y la consola central, los pedales en aluminio o unas alfombrillas "muy exclusivas". Los asientos delanteros son de tipo baquet, están tapizados con alcántara en azul Petrol (cuyo color también se encuentra en los traseros) y disponen de una regularidad amplia. Son bastante simples, no definen lo que me viene a la cabeza cuando me hablan de baquet, y os puedo confirmar que no recogen tanto como se necesita en un tramo de curvas. Del mismo modo, el volante tampoco sorprende aunque lo cierto es que tiene un tacto agradable y el ribete en color cobre me parece apuesto. Si bien, las levas que lleva incorporadas decepcionan bastante al igual que en un Volkswagen Golf 7.5 GTI, y es que se tratan de las mismas sin haber sufrido ninguna evolución. En relación a la tecnología, está dotado de un cuadro de relojes digital de 10 pulgadas, una pantalla táctil central de 8 pulgadas o de un equipo de 8 altavoces proveído por Beats, entre otros elementos comunes. Finalmente, hay que señalar que su maletero es generoso y, aunque haya perdido 30 litros respecto al Ateca estándar, su capacidad llega hasta los 480 litros. 




Debajo del capó habita el mismo motor que en el Cupra Ateca de serie, dado que es un TSI 2.0 de 300cv y 400nm de par máximo. Este se acopla con una transmisión automática DSG de doble embrague y 7 velocidades, que envía la fuerza a las 4 ruedas gracias al sistema 4Drive. De esta manera, es capaz de obtener una velocidad máxima de 247km/h y una aceleración de 0 a 100km/h en 4.9 segundos. 



Una evaluación del coche no tendría sentido sin una prueba de conducción óptima, así que decidí llevarme el Cupra a unas colinas de Barcelona. Antes, tuve que salir de un atasco en pleno centro de la ciudad condal en el que aproveché para consultar su consumo urbano, el cuál marcaba 11L/100km. Una vez llegué a la esperada carretera de curvas, el consumo medio bajó a 10L/100km y lo consideré bastante alto teniendo en cuenta el tamaño y la potencia. Lo primero de lo que me percaté fue de algún que otro balanceo y bastantes turbulencias, a pesar que se haya proporcionado rigidez y refuerzo en el chasis gracias a una barras estabilizadoras. La suspensión también es responsable de esta desventaja debido a que es excesivamente seca, y genera tal rebotes que notas fácilmente la mayoría de imperfecciones en el asfalto. He escuchado a periodistas, subordinados por grandes revistas, manifestar que su dirección es tan precisa como la de un kart... ¿lo están diciendo de verdad? Ciertamente es progresiva pero según a que velocidad se circule, porque a la que vamos muy rápido te engaña y no demuestra ni confianza ni seguridad. Hay momentos en los que las trazadas son imprecisas y el control de estabilidad no trabaja con mucha simultaneidad, al margen de que su centro de gravedad no es del todo justo. Los frenos, además de ocasionar molestos ruidos, no están bien medidos y desorientan hasta llegar a padecer temor. Hay entradas en curva que solo acariciar el pedal muerden salvajemente, y en otras se pisa hasta el fondo y no se da una reacción como la exigida.

*El test de conducción lo hice con un Cupra Ateca Limited Edition de las mismas características, pero no fue el mismo ejemplar que el de las imágenes



Tiene varios modos de conducción (individual, confort, sport, Cupra, 4x4, nieve) que se seleccionan a través de la ruleta en el panel central, y asisten en lo que respecta a comportamiento y motor. Pero son de las pocas ayudas de rendimiento que tienes al alcance, porque se ha priorizado las facilidades a aquellos que se compran este modelo el día después de haber conseguido el carné, y que seguramente no sabrían ni salir de su garaje si no fuera por los diferentes componentes de asistencia. Otra muestra, de que se ha preferido servir la comida en el plato a los novatos que proporcionar diversión a los verdaderos pasionistas, es la incapacidad de enviar más potencia al tren trasero y poder disfrutar de pequeños deslizamientos sobre el suelo. No todo es tan negativo, puesto que en las rectas se siente como el motor y la caja de cambios brindan toda la garra posible, sin perder vueltas en ningún instante. Al principio impacta el sonido que se libera de las cuatro salidas de escape, pero posteriormente te das cuenta que es bastante discreto para el tipo de consumidor de Cupra, que algún día irá a un escampado con la intención de armar escándalo y petardear como una metralleta. La prueba se vio concluida cuando salió un fallo de motor mientras iba a un ritmo bastante lento, y eso que ese ejemplar (no el de las fotos) contaba con muy pocos kilómetros. Me lo esperaba. 



MI CONCLUSIÓN

El Cupra Ateca no es tal como nos muestran en muchos medios de comunicación, dado que es simplemente un Seat con elementos deportivos y un motor más potente. Le falta mucho trabajo a la marca para cumplir con lo deseado y, sobre todo, para que su precio sea coherente con la calidad que se ofrece. En cuánto a conducción no me inspira confianza ni me transmite suavidad, teniendo en cuenta que se trata de un SUV familiar con supuestas mejoras y ayudas en el manejo. Me sirve de excusa que este signifique el primer modelo de la insignia desde que es independiente, del mismo modo que confío en que los vehículos que saquen al mercado estén a la altura del grupo al que forman parte. 

MI OPINIÓN


DISEÑO

6

EQUIPAMIENTO

7

CONFORT Y SEGURIDAD

6

PRESTACIONES

7

CONDUCCIÓN

5

PRECIO

3

 

TOTAL

 

5.6

 

LO QUE MÁS ME GUSTA + 

MOTOR

LO QUE MENOS ME GUSTA - 

RELACIÓN CALIDAD-PRECIO



RIVALES

- BMW X2 M35i
- Land Rover Range Rover Evoque P300 AWD
- Audi SQ2
- Volkswagen T-Roc R
- Hyundai Tucson N

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